sábado, 11 de marzo de 2017

Sobre INVISIBLE… y tú ¿qué quieres olvidar?

Ayer fui feliz. Fui feliz sentada en la platea del Eixample Teatre de Barcelona disfrutando de un musical original muy interesante. Sí, estoy hablando de INVISIBLE, un espectáculo con dramaturgia de Sílvia Navarro, composición y dirección musical de Ernest Fuster, dirección de Alícia Serrat y protagonizado por Lucía Torres, Paula Berenguer y Adrián Rodríguez.

Disfruté por muchos motivos: por la originalidad de su trama; porque hace reflexionar al público sobre sus vidas; por la visibilidad que hay en INVISIBLE; por el buen hacer de sus protagonistas; por ver y sentir al público enganchado a la historia, al intentar empatizar con el equipo creativo y sentir de alguna manera su orgullo y felicidad por ver sobre el escenario algo que nació de ellos mismos, algo que han creado entre todos.

Es la tercera vez que menciono INVISIBLE en este blog, y espero que no sea la última porque tiene que ser todo un éxito. El alma mater de INVISIBLE es Toni Luque, ex-bailarín profesional que decidió invertir una herencia familiar en hacer realidad su sueño y poner en pie este musical. Sí, los sueños se cumplen. Lo sabemos y lo hemos constatado recientemente. Pero hay que trabajar duro y, sobretodo, con mucho amor y pasión. Es evidente que eso ha sido lo que ha hecho Toni.

En un reportaje sobre INVISIBLE que emitieron ayer en los informativos de TV3  remarcan “hasta ahora todo el mundo ha cobrado por su trabajo, incluso en el periodo de ensayos, hecho no demasiado habitual en este tipo de producciones”. ¡Bravo Toni por hacer las cosas como se tienen que hacer! Me parece muy triste que se normalicen situaciones de este tipo. Que lo habitual sea que los actores no cobren en estos musicales de pequeño formato. Pero no cobran PORQUE NO PUEDEN. Porque quienes deciden ponerlo en pie, no tienen recursos, y prefieren hacerlo a cambio de nada que no hacerlo. Algún día esto cambiará. Las administraciones subvencionarán estas producciones y todo el mundo cobrará por su trabajo como debe ser. Hagamos llegar nuestra voz donde tenga que llegar para que esto sea así. No me cansaré de dar la lata sobre este hecho.

INVISIBLE hace reflexionar al espectador sobre su propia vida. No hay nada que me guste más que un musical que te haga reflexionar. Bueno sí, un musical donde se expongan otros temas, que no puedo desvelar, como ocurre en éste también.

INVISIBLE plantea lo siguiente ¿qué querrías olvidar de tu vida para reinventarte? Para no sufrir con aquellos recuerdos dolorosos que no te dejan avanzar… Dos de los personajes protagonistas Alex (Lucía Torres) -una cantante de éxito- y Noah (Adrián Rodríguez) -un joven millonario- ingresan por circunstancias diversas en WhiteInk, un centro que promete reinventar a las personas, hacerles olvidar la parte de su pasado que no quieren que continúe formando de ellas, les crea nuevos recuerdos y les convierte en personas diferentes, más felices. Al frente del tratamiento de Alex y Noah está Sasha (Paula Berenguer) quien, al trabajar con ellos tan profundamente, verá como su vida y sus creencias empiezan a tambalearse.

Interesante. Muy interesante. La trama está bien plasmada y desarrollada en el libreto, aunque hay en algunos momentos en los que echas de menos más profundidad en las interacciones entre los personajes. Es un tema complicado de explorar.

Ernest Fuster ha compuesto una partitura pop rock realmente atractiva, con varios temas destacados, como el que da nombre al musical, “Cambios” o “Hipótesis”; y los temas están magníficamente interpretados por los tres intérpretes.

Otro elemento a destacar es la sorprendente e inteligente escenografía de Carles Pujol, llena de pequeños detalles "invisibles" en un primer momento, pero que se van desvelando inteligentemente escena tras escena.

Tengo un “pero” que no puedo obviar por mucho que me gustaría y es el hecho de que la música no sea interpretada en directo. Sé que disponer de una banda en directo incrementaría sustancialmente el presupuesto, y más para interpretarla tal y como suena la partitura actualmente, grabada con varios instrumentos, pero estoy convencida de que se podría encontrar alguna alternativa para que haya músicos en directo. Me siento mal al expresar esta “queja”, pero si queremos respetar el género debemos presentarlo tal y como se merece. En el Off West End, en el Off-Broadway, incluso en Edimburgo, he visto espectáculos representados en espacios inverosímiles, con no más de 30 o 40 espectadores, con músicos en directo. No se plantean otra opción. Y creo, modestamente, que es la manera en la que se debe hacer.

Por otro lado, alzo una lanza a favor de Toni Luque. Totalmente consciente de este tema. En un reportaje publicado el pasado domingo en El Periódico declaraba: "Solo las voces son en directo por motivos de presupuesto. Tener a los músicos en directo y no pagarles es una opción que no contemplo". Aclarando que si INVISIBLE funciona en taquilla intentará contar con ellos si el espectáculo se repone. Pues nada… a hacer que funcione!

Obviando este hecho, INVISIBLE me cautivó y cumplió las expectativas que tenía sobre él. El jueves, un amigo que asistió el martes al estreno oficial y que normalmente es muy crítico me decía “es muy original y sé que te va a gustar especialmente por una cosa”. ¡Cómo me conoce! Sin concretarme nada más, me desveló algo que no sabía hasta entonces y que realmente me conquistó. Lo tendréis que descubrir vosotros mismos si aún no lo habéis visto. Pero debo incidir en que INVISIBLE se merece un HURRA extra por romper tópicos y por normalizar situaciones. Algo nada frecuente en musicales, como ya comenté en un artículo hace unos meses.

Por cierto, me encanta el trabajo de Lucía Torres y Paula Berenguer. Alex supone el primer papel como protagonista principal en un musical para Lucía y está espléndida. Deduzco que no será el último. Paula ya había protagonizado HOY NO ME PUEDO LEVANTAR, y con INVISIBLE demuestra que se la tendría que tener mucho más en cuenta para otras producciones. Hace un trabajo genial. Y Adrià Rodríguez, popular por su participación en series como ‘Física o Química’ o ‘El Chiringuito de Pepe’, sorprende por su gran voz y solvencia sobre el escenario. BRAVO por ellos! Y por Alícia, por supuesto, que les ha guiado dirigiéndoles hasta conseguir el resultado que podemos presenciar.

Os dejo con el tema que da título al musical interpretado por la fantástica Lucía Torres y os pido un favor… Hagamos que INVISIBLE sea VISIBLE y todo el mundo vaya al Eixample Teatre a descubrir este maravilloso espectáculo! Por los musicales y por la cultura en nuestra ciudad!


1 comentario:

  1. Bravo! No se puede expresar mejor. Invisible rompe esquemas, nos saca de lo mismo de siempre. Es, sin duda, un espectaculo único, original, duro y profundo. Me cautivaron tambien sus personajes, sus giros, la escenografia, la historia de amor que subyace en la trama. Repito seguro, los mios tambien! Lo pasamos increiblemente bien, aupa Invisible!!

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