martes, 11 de septiembre de 2018

Sobre el rechazo en los musicales... y en la vida!

Acabo de ver en televisión la maravillosa producción de la NBC de JESUS CHRIST SUPERSTAR que se estrenó en Norteamérica el pasado mes de abril y que desde el pasado 7 de septiembre podemos disfrutar en Movistar +. No sabéis la alegría que me ha dado descubrir que estaba disponible en nuestro país. Cómo me encanta la globalización y que todo sea tan accesible.

Tras verla he pensado en un sentimiento muy presente y extremadamente delicado en el mundo de los musicales, tanto sobre los escenarios, como detrás de ellos: el rechazo, una de las heridas emocionales más profundas a las que nos enfrentamos en esta vida.

En JESUS CHRIST SUPERSTAR el personaje de Jesús, aunque admirado por muchos, es rechazado por sus ideas y conducido a la muerte por ellas. Es curioso que la iglesia católica surja a partir de este personaje tan emblemático que basaba sus actos en el amor y la tolerancia y que haya derivado en una entidad que rechaza a todo aquel que no sigue sus estrictas ideas. Pero bueno, este tema sería para otro tipo de blog.

El rechazo está muy presente en los musicales, y muchos de nosotros sentimos especial predilección hacia esos personajes "rechazados", porque de alguna manera nos sentimos totalmente identificados con ellos y "sentimos su pesar" de la misma manera.

Uno de los recientes éxitos en Broadway, DEAR EVAN HANSEN, centra su historia en un personaje que sufre bullying, que es rechazado por sus compañeros. El público empatiza tanto con la historia de Evan que salen del teatro totalmente cautivados por ella. Éxito total.

Hay muchos grandes musicales en los que el o la protagonista es un "outsider", el típico o la típica "rarita". Curiosamente, el público los adora porque ve en sus rarezas todo su potencial. Tal y como debería ser en la vida real, aunque supongo que es más fácil que te pase en un teatro, sentado en tu butaca, donde no tienes ningún tipo de relación personal con ese personaje. No sé qué pasaría en nuestras vidas si nos cruzáramos con una Elphaba (WICKED) o con un hombre con media cara desfigurada (El Fantasma de THE PHANTOM OF THE OPERA)...

Los personajes "outsiders" son los que más nos roban el corazón. Yo, por ejemplo, si tuviera que escoger un personaje favorito de la historia de los musicales, me quedaría con Eponine. Siempre he sentido una especial predilección por ella y por ese amor incondicional e imposible que siente hacia Marius. De hecho, sus dos canciones, tanto "On My Own" como "A Little Fall Of Rain", están entre mis preferidas de todos los tiempos. La escena de su muerte en brazos de su amor me parece absolutamente bella, a la vez que tristísima.

Hay muchísimos personajes en el mundo del musical que tienen que luchar por ser aceptados por su entorno. Otro de ellos es Billy Elliot, el joven que ama el ballet y debe enfrentarse a su rígida familia y su entorno sumamente cerrado para poder conseguir su sueño. Por suerte, éste tiene final feliz, pero no ocurre siempre.

En ocasiones hay amores rechazados. Esto sí que ya me mata. ¿Cuántos musicales se han escrito sobre amores que la sociedad no acepta y cuyas historias acaban mal? ¿Quién no se enamora de estas historias? Es el caso de WEST SIDE STORY, o de nuestro querido MAR I CEL. ¿Quién no se emociona presenciando los duetos de amor tan románticos de sus protagonistas? ¿Y quién no lo hace descubriendo como al final mueren ambos por no poder vivir ese amor? Ay... morir por amor! Qué idea más romántica!

Hay quien dice que el romanticismo es malo porque nos aleja de la realidad, pero yo no estoy para nada de acuerdo. Si no podemos ser románticos, si eso es lo que nos surge del corazón, no sé qué sentido tiene la vida y la búsqueda de la autenticidad.

El romanticismo surge del enamoramiento y, dicen que el enamoramiento tiene un punto de obsesión, pero si a lo largo de la historia los grandes creadores que existen y han existido no se hubieran "obsesionado" (odio la connotación negativa de esta palabra pero no sé expresarla de otra manera) o apasionado con alguien o con algo no hubiéramos tenido grandes obras maestras: tanto en formato de libro, teatro, películas, musicales o canciones... Es necesario un punto de "obsesión" para crear.

Pero además del hecho de que muchos musicales muestren historias de rechazo que nos roban el corazón; los profesionales que se dedican a esta profesión se tienen que enfrentar constantemente al rechazo, al no ser escogidos en muchas ocasiones para interpretar el personaje de sus sueños.

Tengo algunos amigos que me cuentan sus duras experiencias en los largos procesos de audiciones, las largas esperas, las largas horas de preparación, la esperanza, los nervios, la espera y... la dolorosa frustración tras la llamada del "lo siento, no estás seleccionado".

El rechazo es durísimo. Lo es en la vida personal -sentirse rechazado por la persona que amas es de las experiencias más devastadoras que existen- pero, enfrentarse con tanta frecuencia a un posible rechazo como lo hacen los artistas no es nada fácil. Y ver después, en las redes, esas fotografías pensando que tú deberías estar en ellas... agudiza el dolor. Sí, sé que estoy siendo muy dramática, pero es algo que pasa con mucha frecuencia y es un dolor que los artistas sufren "en silencio".

Evidentemente, todos sabemos que cuando una puerta se cierra se abre una ventana, que seguramente no era para ti, que llegarán cosas mejores y bla bla bla... pero considero que en las escuelas de interpretación, y en la vida en general, nos tendrían que dar clases de autoestima para "superar el rechazo" y verlo como una nueva oportunidad para otras cosas. En más de una ocasión me he visto dando este discurso a una amiga destrozada por no conseguir un papel que soñaba... y en esos momentos lo que te puedan decir tus amigos, poco ayuda.

Pero bueno, no nos pongamos tan dramáticos. Todo depende de cómo se miren las cosas, y es cierto que, aunque en su momento no lo veamos, tras un rechazo, hay un "regalo del universo" escondido, aunque debemos tener una actitud de aprendizaje y de evolución para ser capaz de descubrirlos; y tener muy claro nuestro valor!

Curiosamente, en twitter existe el hashtag #ShareYourRejections (Comparte tus rechazos) y varios actores de Broadway han compartido algunos de ellos que son muy curiosos y, además, muestran como, con el tiempo en realidad, fueron simplemente pequeñas puertas que se cerraron para que se pudieran abrir otras más grandes.

Por ejemplo, Emily Koch explica que años atrás Stephen Schwartz (compositor de WICKED) le dijo a su profesora de voz que no la veía como Elphaba, que nunca interpretaría ese personaje y, años después, en 2015, fue alternante de ese personaje en Broadway. Mi adorada Alexandra Silber comparte también una crítica que recibió cuando interpretó el personaje de Julie Jordan en CAROUSEL en el West End, diciendo que no era guapa y que tenía un horrible acento americano; decidió enmarcarla.

O Kelli O'Hara, que cuenta que llegó a hacer hasta seis pruebas para intentar llegar a ser la Nessarose original de WICKED; y finalmente no consiguió el trabajo, pero eso le hizo empezar a trabajar en el workshop de un nuevo musical: THE LIGHT IN THE PIAZZA, que luego protagonizó en Broadway. Idina Menzel retuiteó esta experiencia explicando que ella no consiguió en su momento un papel en un espectáculo llamado 'Faust' dirigido por Michael Greif, pero posteriormente él mismo le llamó para interpretar a Maureen en RENT! ¿Cómo lo veis? Son fascinantes los caminos de la vida. Lo mejor es que descubres la magia y sus sincronicidades cuando pasa el tiempo!

Y ya que estamos con Idina, concluiré este artículo con un vídeo suyo interpretando el apoteósico "Defying Gravity" de WICKED, un tema que evidencia el gran potencial que tenemos todos los "raritos"... Nuestras diferencias son las que nos hace especiales, ¿no creéis?


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