martes, 12 de febrero de 2019

Sobre WAITRESS y la felicidad de ver un musical

Escuchando el primer tema del Original Cast Recording de WAITRESS he recordado la sensación de felicidad absoluta que sentí sentada en la butaca del Brooks Atkinson Theatre de Nueva York cuando sonaba en directo esa misma canción hace casi dos años.

Hacía tiempo que no tenía tantas ganas de ver un musical. Hacía años que no me sabía prácticamente de memoria muchas de las canciones de un nuevo musical antes de su estreno gracias al disco editado por Sara Bareilles 'What's Inside: Songs from Waitress', del que me enamoré profundamente. Hacía tiempo que no estaba en Broadway. Hacía tiempo que no iba al teatro con mi amigo. Hacía tiempo que no me sentía libre y, en ese teatro, me sentí libre y feliz... tremendamente feliz. Se unieron toda una serie de circunstancias que hicieron que me sintiera así.

La semana pasada WAITRESS inició funciones en el Adelphi Theatre de Londres y mi querida amiga, compositora, dramaturga, actriz y directora escénica Alicia Serrat fue a ver una de las funciones, compartiendo en sus redes sociales que se había sentido extremadamente feliz viendo este musical. Entendí totalmente lo que quería decir. Probablemente le pasó algo parecido a lo que me pasó a mi... y le pasa a miles de personas. WAITRESS nos llenó el alma de felicidad.

He decidido salir de dudas y preguntarle a Alicia por qué se sintió así de rebosante y plena de alegría viendo WAITRESS y me cuenta que no sabría analizar muy bien el por qué. Le encantó la energía del público, la sensación de compartir algo con un grupo de gente que siente lo mismo que tú. Dice también que quizás fue por lo mucho que le gustan las canciones y las letras del musical; y que la historia está tan bien explicada y hay detalles de dirección y coreografía tan bonitos, que se emocionó mucho. Rió, lloró y para ella, eso -que te hagan sentir tantas emociones en una misma función- es la perfección. Me dice también que hace mucho tiempo que no vivía esas sensaciones. ¿No os parece mágico? A mí, sí.

No es algo que pase muchas veces eso de sentirse tan feliz viendo un espectáculo. Eso de no querer que acabe la función porque la estás disfrutando tanto que quisieras formar parte de ella.

Lo sé. Sé que muchos que la habéis visto podéis pensar que es un musical "normalito" y que soy muy exagerada. Está claro que cada cual vive a su manera sus experiencias como espectador, desde la butaca, y a cada cual le llegan las historias y las canciones de diferente manera. Pero os aseguro que yo viendo WAITRESS en Broadway fui muy feliz y en cuanto pueda me escaparé a Londres para verlo.

Estoy de acuerdo en que WAITRESS tiene una línea argumental sencillita y podríamos decir que bastante naíf. Pero hay algo en la historia de su protagonista que consigue enamorar al público y, evidentemente, están las maravillosas canciones de Sara Bareilles, de quien diría que es la verdadera alma del espectáculo. Ella es el centro a partir del cual todo gira y encaja de manera prácticamente perfecta.

Sí, puede que WAITRESS se venda como una simple "comedia musical romántica", pero es mucho más que eso. Es una oda al empoderamiento de la mujer y al valor de su libertad y de su independencia.

Casualmente (no creo en las casualidades) la misma noche que WAITRESS iniciaba funciones en Londres, Alba Reche (concursante de OT 2018) emocionaba a las 17.000 personas que llenaban el Palacio de Deportes de Madrid cantando "el himno" de este musical: "She Used To Be Mine". Me parece fascinante cómo esta joven y su amor hacia esta preciosa canción han podido trascender de esta manera y conectar tanto con el público de nuestro país. Está más que claro que WAITRESS no tardará mucho en llegar aquí... Si yo tuviera una gran productora no dudaría en comprar los derechos! Éxito asegurado!

La misma Sara Bareilles ha twitteado en un par de ocasiones sobre el fenómeno que Alba Reche provoca en la gente con esta canción. Ella misma se sorprende! Supongo que nunca nadie antes la había interpretado delante de una audiencia tan numerosa... y lo que queda!

Venimos a esta vida a ser felices y el teatro, la música, el cine y el arte en general, tienen "el poder" de hacernos felices, de removernos por dentro, de emocionarnos, de educarnos. Diría que ser feliz en una butaca de teatro es una de las mejores experiencias de esta vida. No siempre se consigue. De hecho, es muy poco habitual. Muchas veces simplemente pasas un buen rato y, muchas otras, quieres huir de la butaca, los minutos se hacen eternos y esperas con ansia que la obra se acabe para disfrutar de una buena cena pero... Cuando un espectáculo te hace feliz... Ay amig@s! No puedes más que sucumbir ante él y dejarte llevar... Te ha enamorado!

¿Cuándo os habéis sentido inmensamente felices en la butaca de un teatro viendo un musical o un concierto de musicales? Quizás no cuente, pero yo me sentí inmensamente feliz el pasado lunes viendo brillar a todos los artistas de la tercera edición de AMOR x AMOR en el Teatre Condal pero, claro, había muchas connotaciones personales implicadas...

Creo que estamos de acuerdo en que realmente es en contadas ocasiones que un espectáculo, o un musical en nuestro caso, nos hace vibrar de esta manera tan intensa. Probablemente si pasara más a menudo llegaría un momento en que dejaríamos de valorarlo. Recuerdo las ocasiones más notables. Recientemente, fui feliz disfrutando de la nueva producción de COMPANY en el Gielgud Theatre de Londres. Y hace más de 25 años, viendo MEMORY con Àngels Gonyalons en el Teatre Tívoli de Barcelona. ¡No me quería mover de esa butaca!

Entre un espectáculo y otro, también me sentí extremadamente feliz viendo una de las últimas funciones de RENT en el Nederlander Theatre de Broadway; y disfrutando al máximo de la última función en Londres de SPRING AWAKENING... Ah! Viendo GHOST con Caissie Levy también fui muy feliz; y viendo la producción en gira por el Reino Unido del 25º aniversario de LES MISÉRABLES desde la segunda fila del Barbican Center de Londres! Pocas veces más, sinceramente. A este nivel de intensidad, no muchas más. Como simple espectadora, claro; cuando he producido algún concierto o participado de alguna manera en algún espectáculo os puedo segurar que el orgullo y la felicidad me invaden, pero es diferente.

Creo que cuando me siento así de feliz en un teatro es porque me encanta todo lo que pasa sobre el escenario. Me encantan los actores y actrices, las canciones, la historia, los personajes... No me cansaría de verlo una y otra vez. Me enamoro perdidamente de ese musical o, concretamente, de esa producción y de esos protagonistas. Por eso me siento tan feliz, porque me siento rebosante de amor. Al final... todo se resume en lo mismo! :)

A vosotr@s... ¿cuáles son los musicales o las producciones que os han hecho sentir más felices? ¡Me encantaría descubrirlos!

Concluiré el artículo con un vídeo de la canción "Happiness" del musical PASSION de Stephen Sondheim, interpretado por Melissa Errico y Ryan Silverman. El tema refleja la felicidad que se siente cuando estás profundamente enamorad@. ¡No puede ser más oportuno!

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