lunes, 19 de diciembre de 2016

Siete días en Broadway

Una semana en Nueva York puede dar mucho de sí. En mi caso, pude ver siete musicales, más de los que esperaba, menos de los que me hubiera gustado. Estoy convencida que la mayoría de vosotros, fans del género, hubierais superado la cifra. Como unos amigos, que vieron cuatro shows más en los mismos días! Pero, todo aquel que no es acérrimo fan, se queda sorprendido ante estas cifras. “¡Pero bueno! ¿Y aún te queda algo para ver?”, “¿Has hecho algo más aparte de ir al teatro?” Son algunas de las exclamaciones que me dicen mis amigos y familiares no-fans de los musicales.

Pero estoy segura que vosotros me entendéis. Estás en Nueva York, se acercan las 14h del mediodía o, peor aún, las 19h de la tarde, y no tienes entradas para ver nada! Sientes un nudo en el estómago, sudor frío, nervios… Dios! Estoy en Nueva York, a pocas calles de Broadway, con todos esos musicales en cartel, y yo aquí? Paseando por Brooklyn? Tomando una cerveza en el Soho? No way! Insoportable! Tira millas y hazte con una entrada como sea para lo que sea! Aunque sea para THE PHANTOM OF THE OPERA, que has visto ya cinco veces, pero nunca con este cast!

Y sí, en Nueva York, como en Londres, existe el TKTS, donde encuentras entradas para el mismo día con descuento. Pero, mejor aún! En ambas ciudades existen los “tickets del día” para muchos espectáculos. Entradas que se venden directamente en la taquilla del teatro para la función o funciones del día. Antes de ir a TKTS, os recomiendo que os acerquéis a los teatros de los musicales que os interese ver para preguntar acerca de esas entradas. Pero, cuidado con la nomenclatura! En Londres se llaman “Day Seats” y en Nueva York “Rush Tickets”! Y es importante aclarar al taquillero que quieres “the cheaper tickets you have for today, please?” (las entradas más baratas que tengáis para hoy, por favor?) Porque si no, os puede pasar como a mí, que “vais de guays” con unos amigos a la taquilla de un teatro de Broadway, en plan “chulita”, explicándoles lo de los Rush Tickets en Nueva York y que seguro que conseguimos entradas para la función de un sábado noche a 35$ en la misma taquilla. Le preguntas al taquillero si tiene tres “Day Seats” para “tonight”, te dice que sí, vas comentando tu éxito con tus amigos: “Veis? Es que es muy fuerte! Cómo es que no sabíais esto vosotros, que siempre venís a Nueva York!” Y, de golpe, te encuentras firmando un recibo de 470$, así sin más… y te quedas sin voz. Bien, te queda aún un hilo de voz para decirle al taquillero que cancele la compra, por favor, que no habías entendido bien el precio. Y el taquillero, enfadado y exclamando “te lo he repetido cuatro veces y me has dicho que sí”, te cancela la compra como si te debiera la vida. Lo mejor? Que minutos después uno de mis amigos vuelve a la taquilla, al mismo taquillero, y consigue esas tres entradas por 105$. Moraleja 1: Escuchar al taquillero y no chulear ante tus amigos mientras él te está intentando decir algo. Moraleja 2: Repetir “Rush Tickets” con claridad en Nueva York; y recordar que es en Londres donde se conocen como “Day Seats”.

Bien, pues esos siete shows que pude disfrutar fueron, por orden de preferencia:  WAITRESS, DEAR EVAN HANSEN, THE COLOR PURPLE, IN TRANSIT, ON YOUR FEET, SCHOOL OF ROCK y SOMETHING ROTTEN! Excepto este último, con el que no conecté en exceso, el resto me entusiasmaron! Realmente en Broadway se arriesga mucho más que en el West End. Creo que es porque su público es más joven y mucho más abierto, en general; y eso se nota en el tipo de espectáculos que pueden presentar.

No voy a profundizar hoy sobre ellos, tan sólo daré unas breves pinceladas y, en próximos artículos, ya me centraré más en algunos.

Ya estaba enamorada de la banda sonora que Sara Bareilles escribió para WAITRESS, pero ver a Jessie Mueller y al resto del elenco explicar esta tierna historia me hizo estremecer desde el primer momento.

DEAR EVAN HANSEN es una interesante historia de hoy día, sobre los jóvenes y el efecto de las redes sociales, con una partitura brillante.

THE COLOR PURPLE es emoción en estado puro y, sí, reconozco que Cynthia Erivo está que se sale con este personaje. Es como si el personaje de Cellie estuviera escrito por y para ella.

IN TRANSIT es un fantástico musical a cappella, que habla sobre las vidas de varios personajes que se cruzan en el metro de Manhattan. Muy similar a LIFT de Craig Adams, pero con las historias mucho más definidas

Siempre me ha gustado la música de Gloria Estefan y, recordarla sobre el escenario, reviviendo su historia -sus momentos más duros y los más dulces- en ON YOUR FEET fue todo un placer. El “pelómetro” de Alejandro Sanz en La Voz estuvo a tope en muchos momentos de la función.

SCHOOL OF ROCK es puro divertimento y es alucinante ver el talento de los pequeños artistas.

Un amigo me dijo que SOMETHING ROTTEN! era la versión mejorada de SPAMALOT, pero yo me quedo con SPAMALOT. Es el mismo tipo de humor pero, no sé por qué extraña razón, no acabé de conectar con la función… Aunque salía Adam Pascal! Lo mejor? El “regalo” final, con Adam Pascal interpretando “One Song Glory” de RENT, así sin más… Me desperté de golpe de la butaca y me puse a disfrutarlo y a grabarlo entusiasmada!



Algo curioso de estos espectáculos es que muchos de ellos acaban lanzando un potente mensaje: la importancia de confiar en uno mismo. Es de vital importancia confiar en uno mismo y ser autosuficiente. Nadie necesita a nadie para ser feliz. Tan sólo es necesario reunir las fuerzas necesarias para ser capaz de ser uno mismo, de afirmar nuestra verdad, de ser fieles a nosotros. Me encanta! No sé si fue casualidad o causalidad -yo diría que fue sincronicidad- el hecho de haber visto todos estos espectáculos sin el típico “final feliz” en el que la pareja acaba unida. Todos tenían el “final feliz” en el que tú y tan sólo tú eres responsable de tu propia felicidad.

Si es que, los musicales nos ofrecen grandes lecciones de la vida, no me digáis que no!

Os dejo con un tema del gran descubrimiento de estos siete días: DEAR EVAN HANSEN. “Only Us”, interpretado a dúo por sus dos magníficos protagonistas, Laura Dreyfuss y Ben Platt. Enjoy it!


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